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Giacomo Marchetti – Rete dei Comunisti
Hoy es un día de movilización contra la guerra. Se celebrarán manifestaciones en varias ciudades.
En Roma, a las 11 de la mañana, en el Largo Argentina, un presídium para “un 2 de junio antimilitarista y antibélico”, con palabras claras: “Alto al envío de armas, Italia fuera de la OTAN, No a la economía de guerra, Sí al estado del bienestar”.
Una cita, la capitolina, promovida por la Asamblea Romana contra la Guerra.
El sentido de la iniciativa se explica bien en el anuncio: “En este contexto que ve a Italia plenamente implicada en la escalada bélica, no podemos aceptar un desfile de apoyo al conflicto y la transformación del país en una República fundada en la guerra. El rechazo de esto pasa por la construcción de relaciones internacionales basadas en la cooperación y la solidaridad, el rechazo de cualquier regurgitación nazi-fascista y volver a poner el trabajo en el centro de los intereses del país”.
Una iniciativa que está explícitamente “en conexión con las otras manifestaciones contra la guerra en el resto del país”.
En Génova, la Asamblea contra todas las guerras, que dio sus primeros pasos hace un mes, ha promovido una manifestación que partirá a las 14 horas de la Estación Marítima y se dirigirá hacia el oeste, pasando por el popular barrio de San Pier D’Arena.
Una procesión en la que participarán realidades de toda Liguria, además de las de la Superba, y que se dirigirá a un barrio adyacente al puerto cada vez más caracterizado por las servidumbres medioambientales y militares.
La actual administración ha decidido ampliar los almacenes de productos químicos, que ocuparán una superficie de 77 mil metros cuadrados, transportando 400 mil toneladas de productos químicos al año; esto se traducirá en 30 camiones más al día en una zona que ya se caracteriza por la congestión del tráfico y la contaminación de los barcos, debido también a la falta de electrificación de los muelles.
Y los muelles son ahora un tránsito establecido para dispositivos de armas, incluyendo grandes cantidades de explosivos, lo que convierte al puerto en una “bomba de relojería” que el establishment de la ciudad pretende ignorar.
Una vez más, las consignas de la manifestación son claras: “ninguna guerra entre los pueblos, ninguna paz para los que venden la muerte”. Y señalan con el dedo al complejo militar-industrial de la ciudad -en particular a la empresa Leonardo del Grupo Finmeccanica (controlada por el Estado)- y al tráfico de armas en el puerto de escala de Génova, que durante años ha sido el centro de una valiente lucha de un feroz grupo de estibadores y activistas contra la línea saudí Bahri que una vez al mes hace escala en Génova, transportando armas para el conflicto de Yemen.
El llamamiento deja claro cómo el rearme y el conflicto son una bendición para la industria de la muerte.
“Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Leonardo S.p.a. (tercera empresa de defensa europea por volumen de negocio) ha subido en bolsa alrededor de un 45%, pasando de 6,4 euros por acción (23 de febrero) a 9,3 euros (4 de abril)”.
La movilización más importante del día para decir “No a la base militar, ni en Coltano ni en ningún otro lugar” se celebrará en Pisa a partir de las 14.30 horas, con una manifestación nacional que se ha ido acumulando durante semanas.
En el centro de la movilización se encuentra este proyecto, que se destaca en el incipit del llamamiento: “190 millones de dinero público para una nueva base militar, 73 hectáreas de terreno, dentro de un parque natural, arrebatado a la comunidad. 440.000 metros cúbicos de hormigón para construir pistas de aterrizaje, casas adosadas para los soldados del regimiento Tuscania, piscinas, gimnasios y otras prestaciones. Una nueva base en un territorio ya militarizado que se está convirtiendo en un centro estratégico de guerra, decidida en secreto en salas institucionales cada vez más alejadas de nuestras necesidades”.
Será una larga procesión, con una preparación meticulosa, que ha recibido muchas adhesiones y que verá salir autocares desde diferentes ciudades (Florencia, Massa, Prato, Turín, Roma, Bolonia y Milán). organizada por el Movimiento No Base – Ni en Coltano ni en ningún otro lugar que se ha creado para oponerse a esta enésima servidumbre militar del territorio, que celebró su conferencia de prensa precisamente en el aeropuerto militar de Pisa.
Roma, Génova y sobre todo Pisa serán tres citas importantes, construidas para contar con la más amplia participación posible, sobre consignas claras que darán expresión a esa parte mayoritaria de la población que está en contra de la guerra y que sufre sus consecuencias cada día.
Del informe anual del gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, y de las palabras de Draghi, se desprende el futuro que ya nos espera.
Fue Il Sole 24 Ore el que destacó en su titular de primera página cuál es la receta de Visco: “No a la escalada de precios y salarios y al nuevo endeudamiento”, mientras que Draghi se jacta de un nuevo “Pacto Social”, como el del gobierno de Ciampi en 1993, que permitiría frenar la rendición social a pesar de la subida de los precios y de la necesidad de invertir en un estado de bienestar roto.
Draghi pide que “sindicatos, empresas y gobierno trabajen juntos” en una nueva temporada de guerra de austeridad concertada.
La Unione Sindacale di Base, que ha protagonizado dos importantes episodios de lucha antimilitarista en Pisa y Génova en los últimos meses y que promovió la huelga del 22 de abril en el sector privado con las consignas “Abajo las armas, arriba los salarios”, redactó el 1 de junio un comunicado muy duro titulado “Volcar la mesa. Expulsar al “gobierno Draghi” en el que puso estos aspectos y la complicidad del sindicalismo confederal de la dirección de la CGIL, CISL y UIL
“Es hora de dar un vuelco a la mesa”, escribe USB, “de echar a Draghi y a su gobierno, es hora de una temporada fuerte, amplia y unida, de luchas y huelgas y movilizaciones, capaz de llevar nuestra fuerza y nuestra rabia ante los palacios del gobierno”.
Esa fuerza y esa rabia que ya hemos visto in nuce el 22 de abril en Roma, donde junto a los trabajadores la parte más consciente de esas generaciones jóvenes sin futuro que organizan OSA y Cambiare Rotta se puso en huelga y se manifestó, y que estará presente en Roma, Génova y Pisa con las consignas: “Desde los barrios, las escuelas y las universidades”. BLOQUEEMOS LA CADENA DE GUERRA”.