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Por la continuidad de la iniciativa política internacionalista
Rete Dei Comunisti – Cambiare Rotta (Organizzazione Giovanile Comunista) – Opposizione Studentesca d’Alternativa (OSA) en Boletín Internacional Enero 2024
Una circular de la Seguridad Pública enviada a los Questors del territorio ordena el aplazamiento de las manifestaciones en solidaridad con Palestina para este fin de semana.
“Como es sabido, el 27 de enero es el ‘ Día de Conmemoración’, con ocasión del cual se celebrarán iniciativas, ceremonias y reuniones, en cumplimiento del artículo 2 de la Ley de 20 de julio de 2000, nº 211, en memoria de las víctimas del Holocausto y de quienes, arriesgando sus vidas, se opusieron al proyecto de persecución y exterminio. Para la misma fecha”, subraya la circular, “en algunas provincias se han anunciado iniciativas en favor de la causa palestina en relación con el conflicto en curso en Oriente Próximo, y es probable que para ese mismo día se organicen en el territorio nacional otras manifestaciones con fines similares”.
Las manifestaciones a las que se refiere la circular son las que se vienen celebrando desde hace meses en todo el mundo para condenar las represalias y el castigo colectivo israelí tras la Operación Diluvio de Al Aqsa del 7 de octubre, y para promover el alto el fuego que ponga fin al genocidio palestino por parte de Israel.
Estas movilizaciones, iniciativas y acciones directas en algunos países, entre ellos Estados Unidos, ven el protagonismo de una parte importante de la comunidad judía.
Una parte importante de la opinión pública mundial, empezando por la de los países cuyos gobiernos son cómplices de Israel en la masacre que se está perpetrando en Gaza y Cisjordania, sigue manifestándose, flanqueada por una serie de Estados que han apoyado la acción político-jurídica del gobierno sudafricano ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para impedir lo que los juristas sudafricanos juzgan con razón -tanto desde el punto de vista de la voluntad subjetiva del establishment político-militar israelí como de los datos objetivos incontrovertibles- un auténtico genocidio.
En teoría, esto obligaría a la comunidad internacional de la ONU a impedirlo adoptando toda una serie de medidas apropiadas, desde embargos de armas a sanciones, pasando por el aislamiento diplomático.
Las movilizaciones populares, que van acompañadas de una eficaz campaña mundial de boicot contra Israel, retoman de hecho el “espíritu” de aquellas campañas políticas que contribuyeron a la caída del apartheid en Sudáfrica, aislando en su momento al régimen segregacionista de Pretoria que entonces sólo contaba con el apoyo de Israel y Taiwán.
En este contexto, con un pretexto -aparentemente a instancias de las comunidades judías de Milán y Roma, pero claramente al dictado de Tel Aviv- quieren impedir que se celebre el mismo día en que los 17 jueces de la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas de La Haya se pronunciaron sobre las medidas transitorias con respecto al genocidio perpetrado.
El Tribunal rechazó la petición israelí, fuertemente apoyada por Estados Unidos, de desestimar el caso, y aunque pasarán años hasta que se dicte sentencia judicial sobre las acciones de Israel, se reconoció el derecho de los palestinos a ser protegidos de actos de genocidio.
El tribunal también dictaminó que Israel debe volver en un mes para informar sobre lo que está haciendo para cumplir la orden de tomar todas las medidas a su alcance para impedir actos de genocidio en Gaza, un fallo que crea obligaciones legales internacionales para Israel.
Volviendo a la directiva del Ministerio del Interior, ésta, con una mezcla de creatividad y puntillosidad burocrática afirma, con respecto a las movilizaciones: “si se llevan a cabo con ocasión del mencionado aniversario, podrían asumir connotaciones perjudiciales, bajo el aspecto formal organizativo y de contenido, para el valor nacional que la República Italiana ha atribuido con la mencionada ley al espíritu conmemorativo de las leyes raciales (…)”.
La circular termina diciendo que “en el actual contexto conflictivo internacional, el aumento de las tensiones con el consiguiente riesgo de efectos negativos sobre el mantenimiento del orden público y social”.
Así, mientras nuestro país se implica en la tendencia a la guerra en varios frentes -con el voto de esta semana en el Parlamento sobre el suministro de armas al régimen de Kiev y su anunciada participación en la misión militar Aspide de la UE en el Mar Rojo contra los rebeldes Houthi-, quiere criminalizar de antemano la disidencia a las opciones políticas gubernamentales, empezando por movilizaciones que pongan de manifiesto su complicidad con el genocidio que se está perpetrando contra los palestinos, con un precedente muy peligroso sentado por administraciones locales de centro-izquierda como en Milán o Roma.
Porque se trata de un genocidio, como los diversos “holocaustos” que tuvieron lugar en la edad de oro del colonialismo, empezando por el europeo contra los pueblos amerindios, el perpetrado por el joven Estado turco contra los armenios y el perpetrado también por los nazi-fascistas (y sus aliados) contra el pueblo judío.
Italia, bajo la presión de Tel Aviv, se alinea con los primeros intentos infructuosos de Francia, Gran Bretaña y Alemania de impedir que se levante una marea humana en solidaridad con Palestina, aislando al gobierno israelí.
Denunciamos políticamente este gravísimo acto del gobierno italiano, que socava los ya escasos márgenes de viabilidad política democrática de este país y es la consecuencia “en el frente interno” de un perverso aventurerismo bélico.
Llamamos a la vigilancia a todos aquellos que en los últimos meses han salido a la calle en apoyo de Palestina y contra la masacre sionista en curso, para continuar con mayor determinación y lucidez estas iniciativas internacionalistas a las que hemos contribuido y seguiremos contribuyendo.
26 enero 2024