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Comitato Angelo Baracca en Boletín Internacional Enero 2024
Un centenar de personas que escucharon más de veinte discursos procedentes de todas las regiones participaron el domingo 28 de enero en la segunda Asamblea Nacional para Boicotear a Israel y Romper la Complicidad entre Italia y el Estado Sionista.
Una asamblea promovida por el Comité Angelo Baracca, que en los programas originales debería haber sido netamente operativa, con el objetivo principal de relanzar la campaña de boicot tras las tres movilizaciones nacionales realizadas en dos meses contra Carrefour.
Pero los acontecimientos de los últimos días han ampliado el espectro de la discusión, reservando el espacio y la reflexión política a los hechos más importantes. Representantes de organizaciones del pueblo palestino y del resto del mundo, trabajadores y estudiantes, asociaciones pacifistas, movimientos y comités de propósito, partidos de la izquierda radical e individuos solidarios animaron la discusión durante tres horas de la mañana.
En primer lugar, la asamblea subrayó cómo en el frente exterior, la activación de Italia en las operaciones del Mar Rojo decreta un salto cualitativo en la participación del país en la guerra, mucho más allá ya de la “simple cobeligerancia”, lo que, al igual que el envío de armamento a Ucrania, acerca a Italia al abismo del conflicto bélico.
Por otra parte, en el frente interno, el intento de Interior de prohibir las manifestaciones de apoyo a Palestina el Día del Recuerdo mostró el servilismo del Estado italiano hacia el Estado sionista de Israel y la OTAN.
Lo que queda de la soberanía democrática de este país ha quedado en entredicho por la indicación que partió de los representantes del sionismo en Italia y que rápidamente recogieron nuestras instituciones, ante el silencio cómplice de las “falsas” oposiciones parlamentarias.
Haber celebrado entonces las plazas y desafiado las prohibiciones fue una señal importante del movimiento por Palestina. En Milán, la voluntad de celebrar la procesión de todos modos chocó con las porras de la policía, demostrando el servilismo prosionista que impregna la res publica a todos los niveles.
Así, probablemente por primera vez en Italia, el Día de la Memoria del Holocausto amplió sus horizontes no sólo a la inhumana Shoah, sino también a los demás genocidios que se han producido en la historia, desde el de Gaza en la actualidad hasta el de los indígenas de otros continentes.
Además, la Asamblea hizo hincapié en la presencia presente y futura en nuestro territorio de soldados italo-israelíes que combaten en el ejército israelí, de hecho una fuerza armada extranjera en las filas del país.
El genocidio en curso en Gaza, al que también se ha abierto formalmente el Tribunal Internacional de Justicia tras la denuncia de Sudáfrica, cuenta entre sus ejecutores con estos mismos soldados.
Este gravísimo hecho ejemplifica tanto el mencionado debilitamiento de la soberanía democrática de nuestro país como el doble rasero reservado por el Estado italiano a quienes fueron a luchar contra el Isis o contra el resurgente nazismo.
Así pues, la acción de boicot debe saber insertarse en las contradicciones que se abren en el escenario político nacional e internacional, adquiriendo fuerza e incisividad junto al deseo popular reiteradamente manifestado de apoyar la causa palestina.
El objetivo es poner en marcha una campaña no sólo de boicot, sino también política, jurídica y de sensibilización, que conduzca directamente al 25 de abril con una palabra clara: la única Resistencia es la del pueblo palestino, no hay manifestación contra la guerra y por la paz sin la bandera de Palestina, el antifascismo es antisionismo, no permitiendo que el genocidio que tiene lugar en Gaza esté representado en las plazas de la Resistencia por la bandera del Estado sionista de Israel.
En este senario se perfilan las propuestas de la asamblea a todos los niveles de la campaña, de las que ofrecemos a continuación un resumen operativo:
– segundo fin de semana de febrero, probablemente el sábado 10, movilización nacional ante las farmacias contra los productos Teva, la empresa que detenta el monopolio de los medicamentos genéricos, idealmente flanqueada por una carta que se enviará a los médicos de cabecera para que no prescriban productos que tengan algo que ver con la ocupación sionista;
– apoyo a la huelga del 23 de febrero y participación en la manifestación del 24 de febrero en Milán, mostrando apoyo al pueblo palestino y denunciando en la plaza el servilismo del Estado italiano al sionismo y a la OTAN.
Además de estas citas ya sobre el terreno, la Asamblea se propone flanquear
– una movilización nacional sobre la cuestión del boicot académico, pidiendo a las universidades que suspendan, como ya ha hecho el valiente rector de la Universidad de Cagliari, las colaboraciones con empresas que apoyan el apartheid israelí, como la fundación Med-Or
– una campaña político-jurídica contra la presencia en Italia de soldados italo-israelíes que llevan a cabo el genocidio en Gaza;
– momentos de denuncia contra el mal servicio público ofrecido por la RAI en su cobertura del conflicto y contra la suspensión de la financiación decretada por el gobierno Meloni a la agencia Unrwa, que presta apoyo a los refugiados palestinos;
– imaginar otros momentos de boicot y concienciación pública contra Leonardo y las empresas comprometidas en primera línea con el régimen sionista.
Un trabajo ciertamente intenso, pero tanto más necesario para mostrar una vez más el apoyo de todo el pueblo a la causa palestina. ¡Hasta la victoria!